viernes, 5 de octubre de 2007

Entre la trilogía: Venganza, Justicia y Perdón


Hace poco tiempo estuve leyendo a una autora llamada Hannah Arendt. Ella fue una judía sobreviviente del Holocausto, que tuvo que huir de Alemania porque fue impedida de ejercer la docencia en ese país y además fue testigo de los terribles maltratos que sufrió su pueblo durante el régimen nazi, nos habla de tres alternativas de reacción frente a un agravio.

La primera de ellas es LA VENGANZA, que consiste en querer que la persona que nos hizo daño sufra tanto o más que nosotros para que pague por lo malo que nos hizo. Esta reacción es la más esperada frente a un acto que nos lastima y creo que casi todos hemos experimentado ese deseo alguna vez. Pero, albergarlo en nuestra mente nos destruye y nos encierra en una especie de círculo vicioso por el cual lo único que hacemos es buscar situaciones que nos ayuden a recordar lo malo, nos encierra en el pasado y hace que este siempre repercuta en nuestro presente.

LA JUSTICIA, lo que busca es dar un castigo justo a la persona agresora. Ni más, ni menos de lo que se merece, el término medio, lo adecuado y preciso según la gravedad. Si cayera en la benevolencia, las personas agraviadas no se sentirían satisfechas y si se excediera en la sentencia no se les daría el trato debido a los culpables. Yo creo que esta es una muy difícil labor, ya que es complicado encontrar una sentencia adecuada y muchas veces es complejo poder hacer justicia sin que se convierta en venganza o simplemente hay muchos agravios que no son juzgados. No obstante, debemos admitir que el hecho de que se haga justicia nos hace sentir más ‘aliviados’ y tranquilos.

Por último, el tercer elemento de esta trilogía es EL PERDÓN; es la acción menos esperada, ya que cuando te ofenden generalmente exiges justicia o tienes deseos de venganza. Se podría decir que es una reacción impredecible y ‘antinatural’ frente a un agravio.Y generalmente se logra después de que se hizo justicia o la convicción de que el pasado es irreversible y así se tenga almacenado mucho reconcor los hechos no podrán ser cambiados y el perdón permite de alguna manera que la vida prosiga, ayuda a liberarse de la venganza.

Constantemente nos encontramos entre estas tres alternativas y nos corresponde elegir la que consideran mas adecuada.Solo me queda agregar que los invito a analizar su historia de vida,a reconciliarse con su pasado,para así poder liberarse de él y evitar que este determine sus vidas.No es una misión nada fácil, pero tampoco imposible :D

2 comentarios:

Katherine Huamán Romani dijo...

venganza
venganza
venganzaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Anónimo dijo...

Si
Iiii Tan dificil perdonarrrr...pero la venganza es dulce jajajaa.