miércoles, 18 de junio de 2008

No me des falsas esperanzas

Al ver caras de decepcionante estupefación, le pregunte a mi hermano que pasaba y me dijo:

¿Adivina con cuanto perdiMOS en el partido?
Bueno, supongo que 2 a 0, lo que ya mostraba mi desconfianza en el equipo.
No, SEIS A CERO. Es una vergüenza, me respondió.
Oh, por Dios. ¿De verdad?
Sí, de verdad, me repitió 6 a 0.

Esta es una de las desgracias a las que nos tiene acostumbrados el fútbol peruano y tiene un poder que hasta yo, que nunca he sido fanática de ningún deporte, me sienta realmente avergonzada.
Cada vez que juegan, el masoquismo se hace parte del colectivo nacional al ver cada gol anotado por el equipo rival.
El inicio de una nueva temporada en las ultimas tres décadas(mas o menos) no dejan de darnos falsas esperanzas con un triste empate o un seudo ‘triunfo’ que nos vuelve a ilusionar y luego nos regresa a los deprimentes resultados de 1 a 0, 3 a 0, 6 a 0, etc.
‘No meten ni un gol por el honor’, escuchaba decir angustiados como si en esa cancha de fútbol se jugara el honor nacional, el orgullo nacional y hasta la honra de cada uno de los peruanos.
Yo no entiendo por qué el fútbol es capaz de deprimirnos a todos los peruanos, hacernos sentir fracasados, a pesar de que no somos nosotros los que estamos ´sudando la camiseta`. Entiendo que esos futbolistas son los `seleccionados`, en teoría los mejores jugadores y por ello nos representan a todos nosotros.

Al menos yo no identifico con el tipo de gente que no se toma en serio su trabajo, que sólo juega bien en el extranjero y aprovecha sus estadías en el Perú para llenarse las venas de alcohol y divertirse en fiestas privadas cuando deberían estar en concentración.
¿No les parece que deberíamos dejar de torturarnos? He escuchado comentarios que van desde echarle la culpa al entrenador , hasta gente que quiere que el quipo se retire antes de seguir haciendo el ridículo. Yo creo que debemos hacer una guerra subliminal contra tal mediocridad, olvidarnos del día de los partidos, no encender ni el televisor ni la radio hasta el día en que nos brinden el futbol de calidad que merecemos. Debemos dejar de lado esa creencia tonta de que lo importado es lo mejor y que lo que funciona en el extranjero funcionará de la misma manera aca.
A estas alturas del partido la FPF debe ´volver a sembrar`, poner más atención en los nuevos talentos y formarlos para que sean profesionales en el deporte y no sólo jugadores famosos que se dejan embriagar por aquella sensación que produce el reconocimiento publico.
Ya no quiero ver a mi país decepcionado por un tema tan vano. Lo que necesitamos son razones para sentirnos orgullosos y recuperar la confianza en el Perú, que de seguro que tiene muchos talentos que aún no han sido descubiertos.

1 comentario:

Cristina G. dijo...

yo soy otra mas a quien le encanta torturarse viendo partidos de la selección, pero solo por ver a los jugadores (al final, no es tanta la tortura.. me gusta verles las piernas jajaja.. mentiiiira)
sí conozco a gente (hombres mayormente) q se ofuzcan increíblemente cuando la selección pierde.. se ponen de mal humor, te responden mal.. o cuando están viendo el partido, ni te miran siquiera.. ayyayyyy!